Conociendo lo Real
22.03.2020 22:46
Dios es un ser espiritual que habita en la eternidad, todas las cosas que a simple vista vemos son creadas por Él. Como no agradecer tan grande creación toda la hermosura de Su imaginación. Hace unos días estaba en mi casa y de pronto miro al cielo y en aquel color azul tan hermoso pude ver la grandeza de Nuestro Señor, que más agradable que contemplar lo que Nuestro padre hizo para nosotros. Muchas veces pienso como hay personas que pueden ser de tan duro corazón y no darse cuenta que todas las maravillas de este mundo son creadas por nuestro hacedor. Hay quienes niegan de Su existencia pero yo aseguro que Nuestro Padre es tan bueno que perdona. Hay pecados que Dios no los ve como pecados sino como un mal habito, una mala manera de vivir que contamina a la humanidad y aleja de Dios. Creo que cuando conocemos a Dios la primera promesa que se cumple en nuestras vidas es lo que dice San Juan 8.32 “Y CONOCERÉIS LA VERDAD, Y LA VERDAD OS HARÁ LIBRES”. Tengo mucho que agradecer a Dios padre y a Nuestro Señor Jesucristo por ese inmenso amor hacia nosotros. Porque cuando conocemos la verdad nuestros ojos son abiertos y es donde entendemos el sacrificio de Jesús al morir en la cruz del calvario. El mundo es dominado por un ser que cuando se descubrió maldad en él fue echado fuera del Reino de los cielos y fue lanzado a la tierra. Por eso existe tanta maldad. A los incrédulos cegó el entendimiento para que no resplandezca la Luz del evangelio de Cristo. (2 Corintios 4:4).
Satanás se opone a la obra de Dios, obstaculiza el evangelio, se posesiona de los malvados, los enceguece, engaña y los hace caer en el lazo y tienta a los santos de Dios. Es por eso que muchos niegan de la existencia de Dios porque son cegados por el diablo. Por esto vemos un mundo donde a diario vemos en las noticias muertes violentas, asesinatos entre familias, guerras entre naciones. Muchos se preguntan, al igual que Daniel: “¿CUÁL SERÁ DE FIN DE ESTAS COSAS?” (Daniel 12:8). Solo Dios puede responder esta pregunta, y así lo ha hecho en las sagradas escrituras.
Francys Galicia
¿Necesita a Jesús?
Haga esta oración: Padre celestial, yo reconozco que soy un pecador, y que mi pecado me separa de ti. Hoy creo que Jesús murió por mí en la cruz y que Dios Padre lo resucitó de entre los muertos. Me arrepiento de todos mis pecados, y voluntariamente, confieso a Jesús como mi Señor y Salvador. Renuncio a todo pacto con el mundo, con la carne y con el diablo, y hago un pacto contigo Jesús. Señor, te pido que entres a mi corazón y cambies mi vida. Si hoy muriera, al abrir mis ojos, sé que estaré en tus brazos. ¡Amén!