Dios te llamó con un Propósito
22.03.2020 22:52
(Jeremías 1:5).
"Después de la muerte de Salomón, el reino unido de Israel se dividió en los reinos rivales del norte y del sur. Al reino del norte se le llamaba Israel; al del sur, Judá. Jeremías era de Anatot, ciudad a unos 6, 5 km de Jerusalén en el reino del sur. Jeremías vivió y profetizó durante los reinados de los últimos reyes de Judá. Este fue un tiempo caótico política, moral y espiritualmente hablando. Mientras Babilonia, Egipto y Asiria luchaban por la supremacía mundial, Judá se vio atrapada en medio de un triángulo. A pesar de que Jeremías profetizó durante cuarenta años, nunca vio que su pueblo le prestara atención y se apartara de sus pecados".
I. Dios nos conoce.(Jeremías 1:5). En nuestras y con nuestras limitaciones Dios nos conoce. Con nuestras debilidades y fallas Dios nos conoce, con nuestro Carácter y personalidad Dios nos conoce. El sabe quienes somos, el no basa su llamado en lo que somos el basa su llamado en sus propósitos.
Dios lo conoció de la misma manera que a Jeremías, mucho antes de que usted naciera o incluso lo concebieran. Pensó en usted e hizo planes para usted.
El enemigo de nuestras almas muchas veces nos desvaloriza para que pensemos que no servimos para realizar una tarea un proposito en las manos del eterno. Hay una palabra que a mi siempre me ha intrigado y que la he considerado a la hora de pensar en un llamado o en mi llamado y se llama PRESCIENCIA.
1. ¿Qué es la Presciencia de Dios ?. Hablar de estos temas, no es cosa fácil, son asuntos complicados. Pero la Presciencia de Dios es el Término que se usa para describir la omnisciencia de Dios, y en especial el hecho de que Él sabe todas las cosas de antemano(salmo 139:1-6).Por su presciencia predice lo que va a pasar según su voluntad (Hch 2.23; Ro 8.29; 1 P 1.2). Es el conocimiento de lo futuro. Elección y Presciencia van juntas una de la otra.
2. Es más Elección, Predestinación y Presciencia van juntas las tres.
3. La Elección es el acto eterno de Dios por el cual, según su gracia y su soberana voluntad y no a base de ningún mérito en el escogido o elegido Dios llama a alguien para un Ministerio o algún servicio..
La razón es evidente: todo el Antiguo Testamento mira hacia el porvenir. Basado en lo que Dios ha hecho y dicho en el pasado, proclama la espera del cumplimiento pleno de esas promesas. Dios es un Dios profético, Dios en su absoluta soberanía predice lo que va a pasar según su voluntad, en un plan perfecto. Lo profético esta basado en esto en la elección y presciencia divina. Ah pero aquí hay algo importante, usted me dirá pero que hay con la decisión del Hombre. ¿cómo armonizar el libre albedrío con el llamado de Dios? Pues yo debo acatarlo, yo debo creerlo, yo debo obedecerlo.
II. Dios dice en Jeremias 1:5:
“Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.”
1. Escuche el orden te conocí, te santifique y te di.
Es decir sabia quien eras, sabia de donde venias y que problemas traías, luego le dice te santifique.¿ Como es eso que Dios lo santifico?. Un Acto de pura soberanía. El por pura soberanía y gracia lo aparto para DIOS. Lo cuido, lo formó, lo preparo, lo libero y lo dedico a su servicio. Wow un acto de soberanía pero de puro Amor. El Eterno lo santifico para entonces lanzarlo al ruedo de lo profético. Es necesario entender esto el nos santifica. Tenemos que dejarnos santificar por El. Entregandonos a él y dejando de luchar por nosotros mismos. Venir a El con el reconocimiento y rendición a El. Porque no habrá llamado sino hay santificación. No habrá crecimiento y avance en un llamado sino hay santificación. Si se detiene el proceso de Santificación se estorba el plan de Te di, te envio, porque aquello es lo que nos habilita por así decirlo y garantiza el éxito de un llamado.
2. De Jeremías dice: «Te di por profeta a las naciones». Dios tiene un propósito para cada cristiano, pero Él designa a algunos para una clase específica de trabajo. No todos tenemos el mismo trabajo. En el reino de Dios hay muchos trabajos. No es el que a mi me guste por cierto, es el que El tenga desiganado y a bien darme a mi, conforme a su propósito. Por ejemplo en la Biblia encontramos el caso de Sanson un juez(Jueces13:3-5), el de David que fué Rey(1 Samuel 16.12, 13), Juan el Bautista un precursor de Cristo (Lucas 1.13–17) y Pablo un gran Apostol (Gálatas 1.15, 16) recibieron el llamado para realizar un trabajo especial para Dios. Cualquiera que sea el trabajo que usted haga, debe hacerlo para la gloria de Dios (Filipenses 1.11). Si Dios le da una tarea específica, acéptela con gozo y hágala con excelencia. Si Dios no le ha dado una asignación específica, procure cumplir la misión común para todos los creyentes: amar, obedecer y servir a Dios, hasta que su dirección se defina.
III. Encontrar la Razon de tu llamado. “ Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar”. Dios designó a Jeremías para que llevara su Palabra a naciones y reinos. El trabajo era advertirle no solo a los judíos, sino a todas las naciones del mundo acerca del juicio de Dios sobre el pecado. Al leer el Antiguo Testamento, no olvide que si bien Dios trabajaba constantemente a través del pueblo de Judá e Israel, su plan era comunicarse con cada nación y persona. Estamos incluidos en el mensaje de juicio y esperanza de Jeremías y, como creyentes, debemos tener el mismo deseo de Dios de alcanzar al mundo entero para Él.
1. Presento Obstaculo “ Soy Niño”.(Jer.1:6) A menudo la gente lucha con nuevos retos debido a su desconfianza. Sienten que no tienen la habilidad, capacidad ni experiencia adecuadas. Jeremías pensó que era solo «un niño», demasiado joven e inexperto para ser el vocero de Dios para el mundo. Sin embargo, Dios le prometió estar con él. Nunca debemos permitir que nuestros sentimientos de insuficiencia nos impidan obedecer el llamado de Dios. Siempre estará con nosotros. Cuando se vea tratando de evadir algo que sabe debe hacer, asegúrese de no utilizar la falta de autoestima como una excusa. Si Dios le da un trabajo que realizar, Él va a suplir todas sus necesidades para que lo haga.
2. Mira que te he puesto….
a. Arrancar: Significa penetrar hasta lo profundo y remover algo de raíz para que no pueda volver a salir.
b. Derribar: Su significado es el remover algo que está en un lugar alto, o sea, derribar dictaduras o gobiernos perversos, echar a tierra muros, casas o fortalezas.
c. Destruir: Representa el arruinar o hacer de algo una cosa inútil.
d. Derrocar: Remover de una roca o una peña, echar por tierra, precipitar hacia abajo una cosa espiritual o intelectual con gran fuerza.
e. Edificar: Construir un edificio, fabricar, infundir en otros sentimientos de virtud y piedad.
f. Plantar: Poner algo en un sitio cuando se tiene la capacidad de crear, fundar o establecer (Plantar la fe)
3. Dios prometió Librar a Jeremias(Jer 1:8)
A menudo la gente lucha con nuevos retos debido a su desconfianza. Sienten que no tienen la habilidad, capacidad ni experiencia adecuadas. Jeremías pensó que era solo «un niño», demasiado joven e inexperto para ser el vocero de Dios para el mundo. Sin embargo, Dios le prometió estar con él. Nunca debemos permitir que nuestros sentimientos de insuficiencia nos impidan obedecer el llamado de Dios. Siempre estará con nosotros. Cuando se vea tratando de evadir algo que sabe debe hacer, asegúrese de no utilizar la falta de autoestima como una excusa. Si Dios le da un trabajo que realizar, Él va a suplir todas sus necesidades para que lo haga.
IV. Conclusión.
1. Cada uno de nosotros tenemos un llamado y nuestro llamado gira en torno al propósito divino.
2. Este llamado es hecho por la soberanía y la gracia divina.
3. En este llamado la obediencia y la entrega juega un papel preponderante.
Autor: Pastor Roberto Velazco
¿Necesita a Jesús?
Haga esta oración: Padre celestial, yo reconozco que soy un pecador, y que mi pecado me separa de ti. Hoy creo que Jesús murió por mí en la cruz y que Dios Padre lo resucitó de entre los muertos. Me arrepiento de todos mis pecados, y voluntariamente, confieso a Jesús como mi Señor y Salvador. Renuncio a todo pacto con el mundo, con la carne y con el diablo, y hago un pacto contigo Jesús. Señor, te pido que entres a mi corazón y cambies mi vida. Si hoy muriera, al abrir mis ojos, sé que estaré en tus brazos. ¡Amén!