Jesús y Zaqueo
22.03.2020 00:00
Lucas 19
1. Jesús entró en Jericó y comenzó a atravesar la ciudad. 2. Vivía allí un hombre rico llamado Zaqueo, jefe de los que cobraban impuestos para Roma. 3. Este quería conocer a Jesús, pero no conseguía verlo porque había mucha gente y Zaqueo era pequeño de estatura. 4. Por eso corrió adelante y, para alcanzar a verlo, se subió a un árbol cerca de donde Jesús tenía que pasar. 5. Cuando Jesús pasaba por allí, miró hacia arriba y le dijo: –Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que quedarme en tu casa. 6. Zaqueo bajó aprisa, y con gusto recibió a Jesús. 7. Al ver esto, todos comenzaron a criticar a Jesús, diciendo que había ido a quedarse en la casa de un pecador. 8. Zaqueo se levantó entonces y le dijo al Señor: –Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de todo lo que tengo; y si le he robado algo a alguien, le devolveré cuatro veces más.9. Jesús le dijo: –Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque este hombre también es descendiente de Abraham. 10. Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido.
Los que, como Zaqueo, desean sinceramente conocer a Cristo, vencerán cualquier obstáculo y se esforzarán para verlo. El que quiere conocer a Cristo, será conocido de Él, Zaqueo no conocía a Jesús pero Jesús sí lo conocía a él. Cuando Cristo miró hacia arriba y vio a Aquel hombre le dijo: Zaqueo baja en seguida, y dice la Escritura que Zaqueo bajó a prisa. Aquellos a quienes Cristo llama, deben humillarse y descender. ¿ESTÁS DISPUESTO A BAJAR DEL ÁRBOL? Bien podemos recibir con gozo al que trae todo lo bueno consigo. Zaqueo públicamente dio pruebas dignas de arrepentimiento. No busca ser justificado por sus obras como el fariseo, pero por sus buenas obras demostrará la sinceridad de su fe y el arrepentimiento por la gracia de Dios. Zaqueo es una nueva persona, ahora que se convirtió al Señor. (Convertirse significa apartarse del pecado y de lo malo para vivir una vida agradable a Dios) Ahora que sus pecados son perdonados, y es libre de culpa y del poder de ellos, son suyos todos los beneficios de la salvación. Cristo ha venido a su casa, y donde Cristo va allí hay salvación. Cristo Vino a este mundo a buscar y salvar todo lo que estaba perdido. Su misión era salvar, donde no había salvación en ningún otro.
¿Necesita a Jesús?
Haga esta oración: Padre celestial, yo reconozco que soy un pecador, y que mi pecado me separa de ti. Hoy creo que Jesús murió por mí en la cruz y que Dios Padre lo resucitó de entre los muertos. Me arrepiento de todos mis pecados, y voluntariamente, confieso a Jesús como mi Señor y Salvador. Renuncio a todo pacto con el mundo, con la carne y con el diablo, y hago un pacto contigo Jesús. Señor, te pido que entres a mi corazón y cambies mi vida. Si hoy muriera, al abrir mis ojos, sé que estaré en tus brazos. ¡Amén!