No se Rinda

23.03.2020 00:24

El Maestro nunca comenzó algo que no terminó. Su misión más difícil fue completada en el momento en que clamó: “¡Consumado es!” en la cruz del Calvario. Se ha convertido en una epidemia entre muchas personas el empezar algo y no terminarlo. Comienzan sus carreras, pero pronto abandonan. Comienzan en el ministerio, pero luego lo dejan todo. Se comprometen con una tarea, pero no la terminan. En este artículo, quiero exponer a otro gigante llamado “falta de perseverancia.” Nuestra definición de la palabra

“perseverancia” es una constante persistencia en el curso de una acción.

También significa seguir en un estado de gracia hasta el final. Es continuar, mantenerse, ser inquebrantable o, en términos modernos podemos decir que, es terminar lo que hemos comenzado.

 

Jesús perseveró hasta el final. Él nunca se dio por vencido ni renunció. No fue hasta que estaba clavado en la cruz que dijo: “¡Consumado es!”. Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. Juan 19:30 Jesús estaba obsesionado con la misión que Su Padre le había dado. Esta definió Su vida aquí en la Tierra, tanto que Sus últimas palabras expresaron su consumación.

A menos que te obsesiones con tu misión, nunca la terminarás. Comencemos a romperle las piernas a ese gigante de falta de perseverancia. Esto debe consumirte como Jesús fue consumido por la tarea que Su Padre le dio. No puedes ser mediocre en esto. No puede gustarte un día y odiarlo al otro. Tienes que obsesionarte con la tarea que Dios te dio. Si Él te ha llamado a ser abogado, debes obsesionarte con terminar esa carrera y convertirte en el mejor abogado. Si Dios te ha llamado a ser un misionero o un pastor, debes obsesionarte con ese llamado y convertirte en el mejor. La obsesión te empujará a perseverar en esos días en que no lo sientes como al principio. La obsesión no te dejará dormir. Te mantendrá despierto, trabajando y luchando para ver eso cumplido, mientras otros duermen. Te mantendrá estudiando mientras otros están jugando. Te mantendrá ayunando y orando cuando otros miran televisión. El Maestro no iba a entregar Su espíritu hasta que Su obra estuviera consumada. La Biblia dice que Él entregó Su espíritu una vez que todo estuvo consumado.

 

Tomado del libro “Mata Gigantes”

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¿Necesita a Jesús?

 

Haga esta oración: Padre celestial, yo reconozco que soy un pecador, y que mi pecado me separa de ti. Hoy creo que Jesús murió por mí en la cruz y que Dios Padre lo resucitó de entre los muertos. Me arrepiento de todos mis pecados, y voluntariamente, confieso a Jesús como mi Señor y Salvador. Renuncio a todo pacto con el mundo, con la carne y con el diablo, y hago un pacto contigo Jesús. Señor, te pido que entres a mi corazón y cambies mi vida. Si hoy muriera, al abrir mis ojos, sé que estaré en tus brazos. ¡Amén!

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